Panorama Opinión – Señores, en la política dominicana todo es posible, hasta lo imposible. Resulta que la semana pasada el Tribunal Constitucional (TC) recibió un recurso de inconstitucionalidad contra la disposición transitoria que impide la reelección de Luis Abinader en 2028. ¿La excusa? Que esa regla es contraria a varios artículos de la Constitución, como el derecho ciudadano a ser elegible, la igualdad ante la ley y la irretroactividad de la norma. ¡Ah, pero qué conveniente!
Ahora bien, pasemos al meollo del asunto, porque esto tiene más capas que una cebolla. Si Abinader puede volver, ¿por qué Danilo Medina no? Y aquí es donde la jugada se pone interesante. Si el TC le da luz verde al recurso, Abinader puede lavarse las manos y decir: "Yo cumplí mi palabra, pero la justicia es independiente". Mientras tanto, en su círculo cercano se restablece el orden, ya que algunos funcionarios empezaban a ignorarlo porque "ya no es opción". Y si la cosa se pone fea, siempre puede reservarse para otro round electoral.
Pero lo mejor viene ahora: si Abinader se habilita, Danilo también, y ahí sí que se forma la verdadera película. Con Medina como candidato, el PLD encontraría una forma de sobrevivir en el ring político, porque sin él, lo que queda es un partido en cuidados intensivos. Mientras tanto, al PRM le conviene que el PLD tenga fuerza suficiente para no dejar que la Fuerza del Pueblo se quede con todo. Porque una cosa es tener dos rivales debilitados con un 23% cada uno, y otra es tener a Leonel Fernández con un 46% del electorado.
Entonces, ¿qué pasará? ¿Se hará la magia legal y veremos a Danilo en la boleta del 2028? Y, por cierto, ¿alguien vio a Carlitos Pared y a Robert De La Cruz en la inscripción de Francisco Javier? Porque por ahí hay gente que se está haciendo la vista gorda...
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